Desde su centro de operaciones en México, José Calafell,consejero delegado para América Latina de Grupo Planeta, atiende el teléfono.
Su cargo le permite viajar por varios países de la región para ver las operaciones de la editorial in situ, por lo que se trata de una voz autorizada para analizar el panorama de esta industria.
¿Cómo afectó la transformación digital a las editoriales?
Si hubiéramos hablado de esto hace diez o incluso cinco años, la conclusión fácil era que el mundo digital y los nuevos soportes acabarían con la industria. Esto no ha pasado. Y no solo eso, sino que el efecto ha sido el contrario. Lejos de acabarnos, en estos últimos años nos dio combustible.
¿De qué forma?
El público lector se está ampliando de una manera fabulosa y en gran parte se lo debemos al mundo digital: las redes sociales han facilitado la llegada de materiales de lectura para el público.
¿Cómo lo han hecho?
Ahora en Internet tenemos figuras específicas. Me refiero a los “booktubers”, de perfil joven, que se dedican a compartir libros y contenidos.
¿Qué tan relevante es esa recomendación?
Aparte de que son prescriptores autorizados porque hablan de libros que han leído, son confiables también. Endosan una recomendación, positiva o negativa, de una forma sincera. Ellos no viven de comentar libros, sino de las visitas que obtienen en sus canales.
¿El público joven al que se dirigen es uno de los más rentables que tienen?
Decidimos hacer una apuesta en este segmento no solamente porque era rentable, sino porque era algo para asegurar nuestro futuro como proveedores de contenido. Lo hicimos no solo traduciendo autores anglosajones, sino también apostando por el desarrollo de autores hispanoparlantes. La literatura juvenil es uno de los motores de crecimiento más grandes, si no el más grande, que hemos tenido en los últimos años.
Del total de ventas, ¿qué porcentaje representa la literatura juvenil?
No es un porcentaje exacto, pero en los últimos tres años representa entre un 15% y 20%. Es un segmento de ‘bestsellers’ que a veces se dispara y puede pasar ese 20%.
¿Cómo ha evolucionado el segmento de la literatura de negocios?
Hace unos años, estaba en un bache. Los autores pero sobre todo el público era el mismo de siempre. Ahora estamos apostando por una ampliación del público. Vamos a proveer contenido a todos, desde quien empieza a trabajar hasta el alto directivo. También tenemos mucho éxito con biografías empresariales, como la de Richard Branson o de Elon Musk.
En cuanto a ficción, en España se habla de una tendencia por producir libros menos extensos. ¿Es así?
Es una conclusión fácil. La cuestión no tiene que ver con la extensión sino con la temática. Cíclicamente se ponen de moda la novela histórica, la política o, como ahora, la literatura de introspección, personal. Entonces, un libro autobiográfico será evidentemente más corto que una novela sobre Julio César. Ahora estamos en eso y esos libros tienen menos páginas.
Durante el Boom Latinoamericano la capital literaria fue Barcelona. ¿Hay un vacío ahora?
El mundo de aquel entonces era de fronteras y visados. Barcelona sigue siendo la capital industrial porque ahí se generan las tendencias y están los cuarteles generales de las editoriales de la lengua española. La capital literaria de hoy no es Buenos Aires, ni el DF, sino que está en la Red, es virtual.
Fuente: /tendencias/jose-calafell-lejos-acabarla-mundo-digital-le-dio-combustible-industria-editorial-273473
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