El libro digital, ¿el complemento perfecto del papel?

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Pese a intentos varios, el público en general recuerda el Sony Reader como el primer lector de eBooks de tinta electrónica. Una década en la que el mercado editorial ha dado un giro de 180 grados por el envite digital y una acuciante crisis económica de la que no nos terminamos de recuperar. Echamos la vista atrás y analizamos la crónica de una muerte anunciada, que no ha sido tal (aún).

Sólo un año después, Amazon comenzaba su arduo camino hacia la hegemonía del mercado con su primer Kindle, reconvertido hoy en día en el eReader más popular y vendido del mundo.

Los españoles, sujetos como en otros ámbitos a la tradición, seguimos atados al papel. De hecho, seis de cada diez lectores reconoce su fidelidad al libro tradicional, aunque hay que reconocer que el hábito de lectura en formatos electrónicos va en aumento, multiplicándose por tres su uso, aunque a un ritmo mucho menor del esperado: su facturación ronda los 110 millones de euros, muy por debajo de la del papel.

Con Spotify llegó una nueva forma de entender la venta de canciones, algo que se quiso trasladar al mundo editorial… ¿Y si se pudiese acceder a un amplio catálogo por una suscripción mensual ínfima, que es lo que precisamente te podría costar sólo uno de esos libros? 24Symbols fue la plataforma pionera de este modelo de negocio, imitado en todo el mundo, incluso en España. Los apasionados de la lectura, y más en su entorno digital, seguro que conocen Nubico, así como Kindle Unlimited, con casi un millón de títulos disponibles.

Si existen estas bibliotecas de pago, las tradicionales tampoco podían quedarse al margen de este nuevo escenario. Desde los primeros préstamos de eReaders hasta la actualidad, hemos acudido a un proceso de digitalización de las bibliotecas patrias digno de mención. A día de hoy, raro es el caso en el que estos espacios de lectura no cuenten con una completa plataforma en la que se incluyan tanto ebooks como audiolibros.

A este respecto podemos hablar de eBiblio, que cuenta ya con un año de antigüedad y la gerencia de una de las empresas españolas de préstamos de ebooks más consolidadas: Odilo. De hecho, es una de las pocas veces en las que en España vamos por delante de otros países, como es el caso de Estados Unidos, donde su sistema bibliotecario se está volcando en unificar todas las plataformas de ebooks.

Por otra parte, las editoriales están haciendo también un gran esfuerzo por sumarse a esta tendencia digital. De hecho, el 72,5% de ellas, según el informe Liber 2015, publica eBooks, aunque sólo un 12,6% ofrece su catálogo al completo en formato electrónico.

Uno de los grandes problemas de la lectura digital es el precio, ya que una de cada cinco editoriales mantiene el mismo que en el formato tradicional. Según Amazon, ningún eBook debería superar los 9,95€, aunque el IVA de los libros digitales ha hecho que esto sea prácticamente irrealizable. Mientras que el papel soporta un impuesto reducido del 4%, el digital tiene que tributar al 21%, algo que ha elevado la queja entre el gremio y los propios lectores, aunque habría que ver qué sucedería con los precios si de verdad se rebajase.

Hoy por hoy, el libro digital se ha convertido en el complemento perfecto del papel. No sólo ha abierto el mercado a otro tipo de público, sino que ha dado la posibilidad a los lectores más fieles de continuar con su hábito en situaciones en las que podría no haber echado mano de su título favorito del momento. Y es que, aunque los del formato tradicional basen sus argumentaciones en el tacto, el olor… Hay momentos en los que un pequeño eReader es mucho más efectivo que el peso de un gran libro, que no deja de ser tal a pesar de su tinta electrónica.

Fuente: http://www.media-tics.com/